Pasé una noche en Hermes durante mi viaje a Grecia. Las vistas desde la terraza de la habitación son impresionantes, un verdadero regalo. Aunque el desayuno no era muy variado, me pareció adecuado para comenzar el día. La cena en el restaurante cercano superó mis expectativas, así que en general, ¡muy bien!

Las vistas desde la terraza de la habitación son impresionantes, un verdadero regalo para los ojos. La cama resulta cómoda, perfecta para descansar después de un día explorando.

Las habitaciones son algo antiguas y podrían necesitar una renovación. El desayuno es poco variado, lo que puede ser un inconveniente para quienes buscan más opciones, además de que la cena se sirve en un restaurante cercano, lo que puede ser engorroso en una noche cansada.

Sin tonterías, aquí va la verdad

Ubicado en el corazón de la ciudad, este hotel ofrece impresionantes vistas desde las habitaciones. Las camas son cómodas y la limpieza es adecuada. Aunque el desayuno es limitado, el personal es amable y la cena se sirve en un restaurante cercano, lo que mejora la experiencia a pesar de ser un poco incómodo.

Vistas que enamoran

Despertar con el aroma del café y la vista impresionante fue un sueño cumplido. La amabilidad del personal fue una grata sorpresa que hizo la estancia aún más especial.

Aunque la habitación era un poco antigua, las sillas en el balcón estaban ausentes, lo que hizo que disfrutar de las vistas fuera un poco incómodo.

Durante nuestra estancia, disfrutamos de las impresionantes vistas desde la terraza. Además, exploramos el antiguo camino de senderismo, maravillándonos con el esplendor del paisaje alrededor. El hotel, aunque sencillo, ofrecía una cama cómoda para descansar después de un largo día con la familia y padre.

A mis hijos les hubiera gustado un desayuno más variado.

Las habitaciones ofrecen vistas espectaculares, con balcón que no tiene sillas para disfrutar. Desayuno sencillo, pero suficiente para comenzar el día.

las habitaciones son comodas y tienen vistas espectaculares, la decoración necesita un poco de renovación.

una experiencia única en el hotel hermes con vistas inolvidables desde el balcón de mi habitación

Las vistas de la habitación son simplemente impresionantes. Ubicado en una calle central, el personal brinda un servicio excepcional. Recomendado para una estancia corta e inolvidable.

Las vistas desde el balcón son impresionantes, ¡un verdadero regalo! La decoración elegante y los interiores brillantes hacen que la estancia sea muy placentera.

Ciertamente, no entiendo por qué no había sillas en el balcón. ¿acaso piensan que volar es una opción?

Ubicado en el centro de la ciudad, este hotel ofrece vistas espectaculares desde la terraza de la habitación, lo cual es un gran atractivo. Las habitaciones, aunque algo antiguas, estaban limpias y la cama era cómoda. Sin embargo, el desayuno era limitado en variedad y la cena se servía en un restaurante cercano, lo que fue una pequeña inconveniencia. A pesar de algunas quejas, los comentarios de otros huéspedes en hoteles superiores no eran muy halagadores, por lo que fue una opción decente para una noche.

las vistas desde el balcón son espectaculares. el personal fue muy amable y servicial, siempre dispuesto a dar información sobre la ciudad y los lugares de interés. el desayuno ofrecía una variedad sencilla pero suficiente para comenzar el día.

las habitaciones eran un poco pequeñas.

Pasé una noche en el Hermes Delphi Hotel. La habitación era cómoda, aunque un poco antigua, pero estaba limpia. Las vistas desde el balcón son espectaculares, o sea, un verdadero plus. Solo que el desayuno fue un poco limitado, pero suficiente para empezar el día. Aun así, no me quejo para una estancia corta.

Pasé un día explorando las rutas de senderismo antiguas, disfrutando de la belleza del paisaje. La experiencia de desayuno me encantó, con vista al mar y una buena selección de frutas de temporada. Encontré un sitio ideal para relajarme en la terraza, con las montañas al fondo, algo muy diferente de la vida en Sevilla.

Hermes tiene una ubicación increíble, en el corazón de la ciudad. Las habitaciones, aunque algo antiquísimas, estaban siempre limpias y la cama era cómoda. Me encantaron las vistas desde la terraza de la habitación, ¡realmente espectaculares! Aunque el desayuno podría ser más variado, estaba bien para empezar el día.

totalmente recomendable